En los últimos años, a nivel global se ha evidenciado un tránsito importante en las políticas concernientes a la atención de la salud mental. Diversos países han desarrollado un modelo de atención de la salud mental basado en la comunidad para garantizar la protección de los derechos de los usuarios. En el Perú, a partir del 2015, se cuenta con un programa presupuestal (PP) destinado específicamente a salud mental, cuyo presupuesto se incrementó de 0,3% como proporción del financiamiento total en salud en 2013, a 0,8% en 2016. Adicionalmente, se cuenta con recursos fuera del PP que financian alrededor del 80% del presupuesto de los hospitales psiquiátricos.
Con estos recursos, el presupuesto destinado a salud mental como proporción del total de la función salud aumenta a 1.5%. A pesar del incremento presupuestal de los últimos años, el nivel de gasto en Perú se ubica por debajo del de países con ingresos similares. Así, se requiere fortalecer los recursos asignados al cuidado de la salud mental y garantizarlos en el marco de la política de financiamiento por resultados con medición de indicadores que permita evaluar el impacto de las medidas adoptadas. Por ello, la presentación analiza experiencias internacionales de atención en salud mental e identifica aspectos prioritarios por fortalecer en la política de salud mental en el Perú.