La patogénesis de muchas enfermedades infecciosas no se conoce o son parcialmente conocidas, sobre todo aquellas que causan infecciones crónicas. Esto ha hecho que se desarrollen modelos in vitro e in vivo para comprender la patogénesis de estas enfermedades. Una de estas enfermedades es la neurocisticercosis (NCC), que es causada por el estadio larval de Taenia solium o cisticerco, cuando se localiza a nivel del sistema nerviosos central (SNC). Dado que esta enfermedad es crónica y sobretodo afecta al SNC, el uso de modelos in vitro e in vivo son de gran ayuda para comprender la patogénesis.
Mediante el uso de modelo in vitro hemos podido demostrar que el cisticerco induce la expresión de factores angiogénicos, los cuales podrían estar asociados a la alteración de la permeabilidad de la Barrera Hematoencefálica (BHE). Por otro lado el uso de modelos in vitro ha permitido identificar las diferentes formas de desarrollo del parasito así como la expresión de proteínas que estarían asociadas a la respuesta inmune del hospedero.
El desarrollo de un modelo animal de neurocisticercosis, usando ratas, nos permite estudiar los factores que estarían mediando la neuroinflamación, desde que el parasito (oncosfera) se aloja en el SNC, desarrolla en cisticerco y llega a degenerar. Hemos podido observar que hay gliosis en el tejido que rodea al parasito así como alteración de la permeabilidad de la BHE, observándose por primera vez daño neuronal, en el cual vemos hinchazón axonal o esferoides. Esta patología podría estar asociada a las convulsiones o cuadros de epilepsia que se reporta en NCC.
Mediante estos modelos in vitro e in vivo vamos a poder estudiar y comprender las diferentes vías que estarían involucradas en la patogénesis de la enfermedad.