Los primeros cetáceos fueron animales terrestres y sus primeros pasos evolutivos en ambientes acuáticos ocurrieron en el sur de Asia y norte de África hace unos 50 millones de años. En el 2011, descubrimos al primer “cetáceo con patas” de Sudamérica, Peregocetus pacificus, en rocas de 42.6 millones de años del desierto de Ica (Current Biology 29, 1-8, 2019). Sus restos fósiles demuestran que estos animales fueron capaces de atravesar grandes océanos muy temprano en su evolución, combinando capacidades de locomoción terrestres y acuáticas. Este hallazgo refleja la poco conocida riqueza paleontológica del territorio peruano y su importancia para conocer los cambios ambientales, climáticos y bióticos ocurridos en el pasado. Las rocas del desierto de Ica (Ocucaje) y el norte de Arequipa (Sacaco) son particularmente ricas en fósiles de vertebrados marinos y documentan exquisitamente los últimos 40 millones de años de la historia evolutiva de la vida en el mar y de sus ecosistemas. No solo nos cuentan sobre la evolución de perezosos acuáticos y delfines con características de morsas, sino también acerca de aspectos cruciales del origen del Sistema de Humboldt.